ACUSTICA DE LAS PIRAMIDES MAYAS

Quisiera mostrarles un tema que me impacto, es un efecto sonoro que tienen nuestras pirámides mexicanas de  CHICHEN ITZA, al parecer si te colocas a una distancia de 40 metros en paralelo a las escaleras de estas pirámides y aplaudes puedes escuchar el canto del quetzal, este fenómeno sonoro es tan increíble e impresionante que los investigadores y expertos de sonido y acústica junto con matemáticos y físicos no han podido descifrar el como y/o porque crearon los mayas este efecto. Bueno les dejo la nota que me encontré en Internet para que puedan leer y entender con mas especificación, espero que les guste.

Cuando se emite un sonido corto pero fuerte como, una explosión, un aplauso o el golpe de un tambor, delante de alguna de las cuatro escaleras de la Pirámide de Kukulcán ó El Castillo, una de las pirámides Mayas más sobresalientes de la Zona Arqueológica de Chichen Itzá, que preside la gran explanada, se produce un efecto acústico denominado la cola del Quetzal.
Si das una palmada a unos 40 metros en la perpendicular de la escalinata escucharás un sonido agudo, parecido al canto del quetzal, el pájaro sagrado para los antiguos habitantes de la Zona Arqueológica de Chichen Itzá.
Fue en 1998, que este efecto fue reconocido por primera vez por el ingeniero en acústica estadounidense, David Lubman, y en 2004, NIco Declercq junto con un grupo de científicos belgas de la Universidad de Ghent, demostraron como las ondas de sonido que rebotan alrededor de la escalinata de la Pirámide de
Kukulcán, crean sonidos sorprendentes que representan el canto del Quetzal y el golpeteo de las gotas de la lluvia. Sus cálculos y simulaciones acústicas demostraron que las Pirámides Mayas de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá fueron construidas por la antigua civilización Maya, para producir sonidos, aunque no sabían exactamente cuáles.
El secreto del canto de la Gran Pirámide una de las Pirámides Mayas de la Zona Arqueológica de Chichen Itzá está en sus incómodas escaleras, cuyos escalones son mucho más altos de lo normal y sus bases son tan estrechas que el pie de una persona no cabe. El equipo de investigadores de Declercq ha demostrado, mediante simulaciones y pruebas que la altura y el espacio tan reducido entre los escalones de la Pirámide de Kukulcán crean un filtro acústico que enfatiza algunas frecuencias de sonido mientras suprime otras.
Cuando alguien aplaude frente a una de las cuatro escaleras de la Pirámide de Kukulcán de la Zona Arqueológica de Chichen Itzá, el sonido del aplauso no golpea contra una superficie vertical plana, sino contra muchas pequeñas superficies verticales de los escalones, cada una alejada por el estrecho espacio de base de cada escalón. Haciendo un eco múltiple, en el que cada rebote llega con un pequeño desfase respecto al anterior. Primero llegan los ecos de los escalones más bajos, llegando de manera continua y sucesiva hasta los más altos, uno tras otro. La escalinata se convierte en un difractador de sonido gigante.
El resultado final de todo este juego de geometría acústica es una sucesión de ecos casi pegados, y de distintos tonos, tonos más altos, para los escalones de abajo, y tonos más bajos para los de más arriba.
El canto del quetzal, creado por los ecos de la Pirámide de Kukulcán en la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, no sería posible si sus escalones fueran más anchos y no tan altos. Aquí podríamos justificar las incómodas escaleras, que quizás los Mayas no las pensaron para subir, sino para hacer un resonador.

Vídeo del ejemplo del efecto sonoro y la explicación.











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