¿Qué es una adicción?

La adicción nos hace olvidarnos de nuestro entorno y de nosotros mismos, nos hace perder la autonomía y la libertad de actuación, volviéndonos esclavos.

La adicción se inicia con una conducta agradable y placentera que termina siendo adictiva, pues abandonarla produce un malestar. El adicto sufre una gran dependencia psicológica hacia esa conducta, llegando a padecer un comportamiento compulsivo y perdiendo así el interés por otras actividades que anteriormente habían sido gratificantes. Viven para y entorno a la conducta adictiva. El principal problema es la relación que se crea entre la persona y la conducta adictiva. La persona, con el fin de paliar el malestar que le produce abandonar o no realizar la conducta adictiva, puede llegar a delinquir e incluso a entrar en un círculo vicioso en el que llega a perder todo, su familia, sus amigos hasta su propio yo.
La enfermedad
Muchas de las personas consumen sustancias adictivas y no desarrollan una adicción a esas sustancias.Algunas personas tienen una predisposición especial a nivel
neurológico. Podríamos decir que ciertas áreas de su cerebro son más susceptibles a desencadenar una dependencia. Si estas personas empiezan a consumir sustancias adictivas, seguramente terminarán desarrollando una enfermedad por dependencia. 
El resto, quienes no la desarrollan a pesar de haber consumido, es simplemente por no poseer esa predisposición neurológica. 

Cuando la voluntad no puede
Quien no desarrolla una adicción puede, con su voluntad, dejar de consumir o reducir el consumo de cualquier sustancia. Este hecho hace que mucha gente piense que el adicto puede dejar de serlo si pone suficiente fuerza de voluntad.Nada más lejos de la realidad. Quien desarrolla una adicción no puede dejar de consumir por sí mismo. Aquí la voluntad no es suficiente. Aunque se lo propone una y mil veces, siempre termina fracasando. En este caso “querer no es poder”. Una enfermedad de base neurológica lo impide y sólo un tratamiento eficaz podrá lograr que el paciente deje de consumir.

Las personas adictas suelen presentar patrones comunes de comportamiento:
- Se convierten en obsesivos, mostrando gran nerviosismo y ansiedad, ya que lo único que les tranquiliza es la realización de la conducta adictiva.
- Dejan su vida cotidiana para satisfacer la adicción, incluso descuidan sus problemas personales.
- Suelen estar irritables si no realizan la conducta.
- No son conscientes de su problema.
- Padecen un gran sentimiento de culpa posterior a la realización de la conducta adictiva.
- Suelen tender a la mentira y al engaño para ocultar su adicción.
- En casos graves, y naturalmente dependiendo de las adicciones, suelen aparecer síntomas como falta de apetito, delgadez excesiva, falta de higiene personal, grandes deudas económicas, aislamiento, depresión e incluso en casos extremos el suicidio.
Hay varias ideas clave que hemos de tener presentes:
-El paciente adicto a es un enfermo recuperable.
-El tratamiento, seguido correctamente, es eficaz y rehabilita completamente al paciente.
-El paciente por sí mismo no puede curarse. Necesita una ayuda profesional y especializada. Con esta ayuda, la recuperación es posible y gratificante.
-Ante una adicción, lo más urgente es que el paciente afectado acuda a un centro especializado y se ponga en tratamiento.
Nota Personal: Una adicción no tiene que ser catalogada como un vicio, ya que en realidad es una enfermedad donde todos podemos caer en alguna momento de nuestra vida, y estas adicciones no son a sustancias narcóticas, alcoholicas o al tabaco también pueden ser a un vídeo juego, o a cualquier cosa que nos de placer, que con el tiempo podamos crear dependencia.

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