El Caballito de Mar

El caballito de mar es un pequeño pez marino muy especializado y de la familia de los syngnátidos. Su nombre hace referencia al parecido de su rostro con el de los caballos terrestres, pero en nada más se puede comparar con ellos.
Constituye el grupo de peces marinos desprovistos de aleta caudal, que se ha visto modificada en forma de una cola prensil que les permite fijarse sobre algas y plantas.
Suman en total unas 100 especies distribuidas por todo el mundo, pero no más de 3 son europeas. Son muy comunes en el Mediterráneo, representados en dicho mar por dos especies próximamente emparentadas: Hippocampus hippocampus e Hippocampus guttulatus, esta última de mayor tamaño que la primera. En el Atlántico, el caballito de mar más común es el Hippocampus hudsonius.


Características

Presenta la característica, única entre los peces, de tener la cabeza en ángulo recto con el cuerpo y representa, en muchos aspectos, a la fase final de varias tendencias presentes en todos los syngnátidos.

Tienen el cuerpo comprimido lateralmente y tienen un esqueleto cutáneo formado por anillos anulares óseos, llamado también armadura de placas u escudos óseos, que dan rigidez al tronco.
La cola, en cambio, es prensil y se puede enroscar en torno a los tallos marinos para proporcionar anclaje.
Carecen de aletas caudal y ventral. Las pectorales y la dorsal son muy tenues y tienen forma de abanico. La dorsal impulsa los desplazamientos horizontales, está situada a su espalda y la agita unas 3 veces y media por segundo. Las pectorales impulsan los movimientos verticales.
Es un nadador muy lento, que se desplaza gracias a las vibraciones ondulantes de la aleta dorsal, mientras el pez progresa en posición erecta característica. También suele enrollar la cola hacia el vientre. Algunos expertos calculan que un caballito tardaría 2 días y medio en recorrer 1 Km.
El desplazamiento vertical lo consigue ajustando el volumen de aire de unos diminutos sacos que reciben el nombre de "vejigas natatorias".
Sus ojos se mueven independientemente uno del otro y moviendo su cabeza puede vigilar perfectamente entre las hierbas en las que viven.


Reproducción

Se reproducen desde la primavera hasta los meses de verano. En esta época, el macho y la hembra se entrelazan con la cola. Después de una danza nupcial, en esta posición, la hembra traspasa de su cloaca, con ayuda de una papila genital de unos 3mm. de largo, sus huevos a la bolsa ventral (incubatriz) de los machos, que está recubierta de suave tejido y dispuesta en compartimentos, para mantener cada huevo separado, como en células esponjosas. Puede encontrarse cierto paralelismo entre el tejido que rodea estos huevos y la placenta de los mamíferos.
Un macho puede ser visitado por cierto número de hembras que le dejan huevos, pero si un huevo no alcanza a llegar a uno de estos departamentos no se desarrolla. No obstante, los que caen bien, se desarrollan en esta bolsa hasta los 50 o 60 días y eclosionan dentro ella.
El recién nacido queda allí hasta que ha consumido toda la yema.
El nacimiento o eyección de los jóvenes parece ser agotador para el padre. Agarrándose firmemente con la cola sobre un soporte, frota su bolsa contra una concha o roca hasta que salen los jóvenes, con fracciones de sus tejidos internos. No parece cierto que sean los hijos los que producen la rotura de estos tejidos.
Un macho de buen tamaño puede dar a luz a más de 400 jóvenes, que son la perfecta réplica del adulto. Los primeros días entraran y saldrán de la bolsa según haya peligro o no en el exterior.
En otras especies de caballos marinos tiene lugar un apareamiento similar, aunque ambas partes no se sujetan por medio de la cola. Gracias a esta diferencia se evitan cruces entre ambas especies.


Camuflaje

El camuflaje puede alcanzar un extraño grado de perfección en algunos miembros, como el Phyllopteryx foliatus australiano, que está dotado de apéndices carnosos en forma de hoja que decoran el cuerpo simulando algas. Llega a medir hasta 30 cm., tamaño verdaderamente grande para un pez de este grupo.



1 comentarios:

Anónimo dijo...

es bueno

Publicar un comentario